Paisajes de Castilla

Ando pensando sobre la vida, sobre las sombras que iluminan cada piedra en el camino. Son peldaños en el azul del cielo, en las esferas de rocío violetas que en racimos se desprenden sobre la tierra. Uvas, moras, pasas, acigüembres, extractos de lino entre las propiedades de la naturaleza, de los paisajes castellanos y de las ausencias del mar entre los dorados cabellos de los campos. 

Paisajes azules, grises, morados, soleados y tristes. De todos los colores y sabores. Paisajes distintos, todos repletos de sombras teñidas por el agua del amanecer o por la escarcha de la noche. Sus plantas florecen o mueren en el seno de la vida y de la naturaleza: libre, bella y sencilla en su eterno ciclo resplandeciente. Plantas variadas, que se respetan y se cuidan, que se quieren y protegen las unas a las otras en el efímero paisaje infinito. Entre esas plantas están los árboles, los arbustos, las semillas y las flores. Especies únicas de todos los colores, sabores y destellos. Ajenas todas a sus orígenes, pero repletas de estrellas fugaces sobre la inmensa superficie de lo eterno. Flores hay de todos los colores y formas. Unas son preciosas por sus colores y otras, por sus bellas figuras y tamaños. Margaritas, de pétalos de novia y núcleo de yema madura; tulipanes colorados, morados y rosáceos, parecidos a las rosas, pero alejados de sus imponentes capas de luz y de sus espinos punzantes, que hieren y tiñen de rubíes las caricias de la piel. Violetas y lavandas, ambas colorean el bosque de carnavalescos colores fríos, cromas todos que inundan de un dulce toque de perfume el paisaje entero. Girasoles que giran y giran, parecen discos de olimpiadas olvidados, donde a sus vencedores colocaban sobre su sombra las finas y ligeras hojas de laurel. Hortensias, cuyo núcleo azulado inunda el paisaje de un océano terrestre. Naranjas son y colorado todo lo vuelven, las dalias, que junto al amarillo deslumbrante de los lirios, envuelven la vida y las miradas en arcoíris de sueños. 

Los árboles ofrecen sombra a las cromáticas flores y a todos aquellos frutos que nacen como vidas extranjeras, como alejadas dimensiones paralelas, que logran juntarse con el presente para ver nacer un nuevo futuro, en el que ellos vivirán con sus brillantes formas y que los que ahora les dan la luz, entonces preferirán desaparecer, eligiendo así el descanso eterno. Frutos son y frutos serán en su extensa vida natural: fresas, naranjas, limones, manzanas, acigüembres, moras, frambuesas, frutos rojos..., donde formarán un extenso lago de colores, que pintará con sus dulces brochas los paisajes eternos de nuestra bella Castilla.

Fuente: http://herrerasvalbuena.blogspot.com/2016/08/zaramungano.html

 

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