Realidad

"¿Qué ves?", me preguntaste. Miré al presente, a la realidad, a la visión que se cernía sobre mí. Le pregunté a mis ojos qué veían; y me respondieron. Con sus palabras en mis labios te respondí: "hay árboles. Son frondosos, de distintas tonalidades. Unos más verdes y otros menos. Algunos, ya con tintes anaranjados, se van tiñendo de rubio. Se mueven al son de la lanzadera del viento. Igual celebran una fiesta". Me interrumpiste. Me volviste a preguntar: "¿Qué ves?" Decidí ser menos imaginativa. Me ceñí a lo que veía como si fuera un examen de pura realidad. "Veo árboles bailando al viento. Se nota que es otoño. Algunos son muy verdes, otros menos y otros más amarillos. Bueno, las hojas -aclaré-, los árboles siempre son mezcla de copa y tronco. -Seguí-, detrás de los árboles hay una montaña. Ahí acaba esa esquina de la ciudad. El cielo está nublado. Enfrente de mí se aprecia un edificio. Diría que un palacio, pues su torre -la que yo observo-, es a...