Juegos de niños

 «Hola, buenas. ¿Qué desea?»

Cuántas veces habremos oído y dicho este enunciado. Cuando éramos pequeños, entre los múltiples juegos posibles e imaginables para un niño, existía el trabajo. Jugar a trabajar en una frutería, en un restaurante o en una cocina. Era un juego grupal en el que uno era el dependiente y los otros, los clientes. 

Sin embargo, algo que llamaba la atención entonces y ahora –mucho más– es ese trato de cortesía de tratar al cliente de usted. Algo que para los niños es fundamental cuando se dirigen a alguien desconocido –y/o mayor–, siempre y cuando no sean demasiado tímidos, que sorprende tanto a los adultos. Hoy en día, en muchos locales, cuando vamos de clientes no nos tratan de usted, ni nosotros a los dependientes. No siempre, claro. Quizá porque ese trato de cortesía, de distancia con el desconocido que va a pagarte, ya no se lleva. Los jóvenes de hoy en día tampoco se atreven a dirigirse a un camarero o a un vendedor tratándolo de usted ni al relacionarse con una persona mayor, por ejemplo, que tan buena costumbre tenían ellos de jóvenes. 

Y sin embargo, cuando le preguntamos a una persona joven por qué no se dirige al que no conoce (o a sus padres y abuelos) tratándolos de usted, qué dice. Pues da respuestas tales como "me da vergüenza", "eso ya no se lleva", "igual me mira raro", "igual le molesta", etc. Pues no, señor. Al igual que en la inocente cortesía nata de los niños, no debemos permitir que desaparezca una fórmula tan básica y educada. Y no importa qué edad tenga o qué trabajo esté desempeñando la persona a la que te estés dirigiendo, porque lo principal es el respeto. 




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